Los objetivos terapéuticos de la pérdida de peso están dirigidos a mejorar o eliminar las comorbilidades asociadas a la obesidad y disminuir el impactos de las futuras complicaciones médicas relacionadas con el exceso de peso. Bajo estas premisas, los objetivos de la pérdida de peso no deben centrarse en el peso ideal, sino en conseguir pequeñas pérdidas de peso (5-10% del peso inicial), pero mantenidas a largo plazo. Las herramientas disponibles a nuestro alcance incluyen cambios en el estilo de vida (plan de alimentación, actividad física, modificación conductual) y la farmacoterapia. En casos de especial gravedad, y en individuos previamente seleccionados tiene sus indicaciones la cirugía de la obesidad.
Yo particularmente creo que la parte pedagógica debería centrarse más en el aspecto práctico que en el teórico, me explico... Creo que se debería trabajar en el aspecto del ejemplo, enseñar a cocinar, mostrar gráficamente las consecuencias de una dieta desordenada y errática, los reales componentes de la cocina prefabricada, las diferencias entre grasas saturadas e insaturadas...
ResponderEliminarHoy cualquier persona conoce que debe hacer ejercicio de forma gradual, conoce que debe ir al día en su pérdida sin pensar en el resultado final ni agobiarse, pero a la hora de la verdad y en la soledad del hogar, cada persona se ve inmersa en un círculo vicioso que solo le reporta frustración y desaliento. Se ve obeso y muchas veces este fenómeno conlleva depresión, desaceptación, marginación social... lo que le hace rechazar el ejercicio en público. Al no realizar ejercicio (o quemarse con un sobre-esfuerzo inicial), ven que la reducción es despreciativa o insignificante, lo que aumenta el nivel de ansiedad y les lleva a devorar la comida y situarse de nuevo en el principio de sus problemas.
Empezar con un ejercicio muy suave y acorde a sus posibilidades (sin esfuerzos innecesarios que solo ayudarán a rechazarlo) que iremos intensificando con la progresiva pérdida, evitar alimentos precocinados, bollerías industriales y dulces en general ayudarán a seguir la mejor dieta jamás conocida, la dieta numérica.
La dieta numérica consiste en explicar el proceso en números de forma matemática, de tal forma que una descompensación en la alimentación (por exceso) sumará o multiplicará, mientras que el ejercicio resta o incluso divide.
Aprender a comer pasa por saber contar calorías (sin obsesionarse).
Particularmente creo que la nutrición debe informar así, con mensajes decididos y científicos y no desmintiendo o aprobando dietas milagro más o menos polémicas y, en todos los casos, de dudosa base científica. Así solo logramos que la gente se preocupe más por saber si los carbohidratos engordan por las noches, o si se pueden mezclar proteínas y carbohidratos... en lugar de comprender que si un cuerpo ingresa 3000Kcal. diarias, y solo logra gastar 800Kcal. (mecanismos basales metabólicos incluídos) tenemos un depósito a grasa de 2200Kcal.