El agua resulta vital para vivir, y beber de forma regular es un requisito dietético fundamental. La fórmula más eficaz de mantener el cuerpo hidratado es beber agua natural, pero muchas personas prefieren el sabor de otras bebidas (té, café, zumos y refrescos). Dichas bebidas proporcionan líquidos, pero algunas contienen además otras sustancias que pueden ser beneficiosas o perjudiciales para nuestra salud.
¿Cuándo deben tomarse más líquidos?
Las pautas generales recomiendan que un adulto moderadamente activo debe consumir dos litros diarios de líquidos, pero existen varios factores que aumentan la cantidad de líquido necesario:
- Altas temperaturas
- Amamantar un hijo
- Fiebre (se pierde agua a través del sudor)
- Dieta rica en fibra
- Ejercicio físico
- Consumo de alcohol
- Ciertos trastornos médicos: diarrea, pérdida de sangre, diabetes descontrolada
- Consumo de diuréticos y cafeínas
Infusiones:
Las infusiones no tienen por qué prepararse con una sola planta, sino que pueden mezclarse hojas, flores y raíces de distintas plantas. La selección se hace de acuerdo con las propiedades terapéuticas de las hierbas, y constituyen una alternativa sana al té y al café que se consumen masivamente pero que contienen cafeína y taninos.
Manzanilla: infusión relajante para remediar el insomnio, aliviar el estrés, estimular el apetito y facilitar la digestión.- Hinojo: buena para el aparato digestivo, alivia las náuseas, vómitos, gases, indigestión e hinchazón.
- Menta: buena para el aparato digestivo, facilita la digestión, mitiga las náuseas y vómitos, y reduce los gases. Resulta estimulante.
- Romero: alivia el dolor de cabeza, los resfriados, el reumatismo y despeja el aparato digestivo (mitiga la indigestión y los gases).
- Tomillo: fortalece el sistema inmunológico, alivia la tos, resfriados, catarros y dolos de garganta (haciendo gárgaras).
Efectos secundarios de la cafeína
El consumo excesivo de cafeína se asocia a una serie de efectos secundarios:
- Mayor riesgo de parto difícil.
- Un efecto estimulante en las glándulas suprarrenales y en el sistema nervioso, y un ritmo cardíaco más rápido.
- Un aumento de acidez de estómago, mayores niveles de azúcar en sangre y un incremento de la descomposición de grasas.
- Ansiedad, insomnio y taquicardias en individuos sensibles a la cafeína.
- Ansia y síndrome de abstinencia tales como dolores de cabeza, irritabilidad y vómitos cuando se deja de tomar.
- Una mayor pérdida de calcio.
- Un efecto diurético.
- Posible relación con tumores benignos de mama y quistes en las mujeres.
